Se cree que el origen de este cóctel se encuentra en la Cuba del siglo XVI, donde era popular una bebida llamada El Draque, llamada así por Sir Francis Drake, el capitán de barco y explorador inglés que visitó La Habana en 1586. Compuesto de ron, lima, menta y azúcar, se consumía con fines medicinales. Luego se cambió el aguardiente por ron blanco y el resto es historia. Aunque mezclar la menta requiere un poco de esfuerzo adicional.
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